Magnífica casa rural, situada en un enclave privilegiado, dentro de la maravillosa Asturias.
Hemos estado cinco adultos y tres niños y estamos deseando repetir no tardando mucho.
A la casa no le falta detalle, está muy bien acondicionada y cuidada, se duerme fantásticamente y la tranquilidad acompañada de las vistas que ofrece es un lujo. Se puede hacer barbacoa y también degustar las deliciosas costillas del bar Puente de Quinzanas. Está muy bien comunicada para realizar excursiones (Senda del Oso, Somiedo, etc...) y con Gijón y Oviedo muy cerquita.
Los dueños, Emilia y Jose, fantásticos, muy atentos y siempre pendientes, nos han hecho estar como en casa. Solo tenemos palabras de agradecimiento para ellos. Como anfitriones son inmejorables y no exagero. "Yuppi", su perrito, ha hecho las delicias de los peques, que ya le echan de menos.
En resumen, totalmente recomendable. Como digo, repetiremos seguro.