Estuvimos pasando la Semana Santa en Cueva de la Cerería dos parejas con dos niños.
La casa muy bien equipada (menaje, ropa de cama y baño, juegos, información de la zona, leña....) y limpísima, algo que nosotros valoramos mucho y no podemos decir de la mayor parte de las casas que hemos visitado. El detalle de la bandeja de desayunos nos encantó, y la miel de cosecha propia exquisita, por supuesto que compramos para llevarnos a casa y regalar a la familia.
Disfrutamos del patio, sobre todo los niños, ya que tuvimos la suerte de contar con una temperatura buenísima, y de la barbacoa, con la leña que nos facilitó Carlos, que se ocupó de que en nuestra estancia no echáramos nada de menos.
La casa no es muy grande, pero para cuatro adultos y dos niños es perfecta. Se calienta rápidamente y es acogedora.
Solo echamos de menos algún armario/alacena para guardar toda la comida que llevábamos, aunque este detalle no evita que califique la casa y nuestra estancia en ella como excelente.
El entorno es muy bonito, y el pueblo precioso, muy bien cuidado y curioso. Merece la pena la visita a los bodegos y la Casa del Arcipreste, subir al castillo y dar un paseo hasta la fuente y puente medieval.
Gracias por tu amabilidad Carlos.